Thursday, February 05, 2009

estúpidas e insensatas reglas de convivencia


Nublado. una frescura en el aire propia del momento post-lluvia que todos esperamos. Aquel bello instante en el que las gotas dejan de caer y se instala en el cielo una gran nube que no deja salir el sol. Hay luz suficiente, que no sofoca. Corre el oxígeno, entra por mi ventana tranquilizándome. Me desperté distinta. La calma que justifica, o por lo menos es consecuencia, de una tormenta pasajera. Son las tormentas las que revuelven nuestro interior, enfermando un momento, ensuciándolo, perjudicándonos por unas horas hasta que todo se ve con más claridad.

Esta mujer se despertó en un día de estos. despertó a la claridad del aire luego de estar sofocada bajo sus mantas, luego de una tormenta inesperada. Pero esta paz no podía ser perturbada, era más fuerte que ella y el aire, muy importante, refrescaba sus pies, subía por sus piernas acariciándola, diciendo que todo iba a salir bien. Y todo ya estaba saliendo bien. Se sentó en el borde de su cama revuelta: señal de haber tenido una pelea entre sus sentimientos feroces y su conciencia, un encontronazo que habia ahogado desde hace tiempo y que surgió esa noche. Se levantó fresca. Dejaba en su cama,en su manta, en su sábanas entrelazados su mente y su interior peleados, pero ahora ya lejos de ella.

Su casa albergaba a seis personas. Madre, padre, hermano, hermana y otro hermano más, y ella. Como cualquier familia normal, había discusiones pero ella había estado particularmente enojada con todo su entorno, en especial con sus padres, desde hace unos días. No solía ser así de incómodo, de perturbador, colérico, estar en su casa. Pero por momentos es inevitable, hasta cansador tratar de que no sucedan ciertos malestares.

Entonces, se hallaba esta mujer sobre sus pies, frescos y nuevos, en un día que la apaciguaba. Fue directo a ducharse.

Empezó con agua tibia, más bien caliente porque esta era su costumbre: a quién no le agrada ese calorcito en el cuerpo, el agua y el vapor y las gotas como transpiración?
A ella sí. De a poco fue enfriando el agua. Cada vez más frescura, gotas cristalinas, aire seco, claridad de pensamiento. Se encontró sonriendo bajo aquella agua casi helada a la cual le había despojado toda resaca de calidez.

Cerró la canilla y pasó sus manos por la cara, por el pelo, por su cuerpo. Caminó desnuda por el baño para buscar la toalla que se encontraba del otro lado, cerca de la puerta. Se secó. Pelo corto, fácil de secar. Cuerpo sediento, caliente, que evaporó las últimas gotas frescas. Volvió a colgar la toalla y se miró al espejo. Miró sus cejas, aquellas enemigas que durante el llanto se quebraban en sollozos débiles. Miró sus pestañas rubias que sin rimmel no tenían sentido. Y miró una ventanita que tenía en el ojo. Y se reconoció.

Abrió la puerta del baño, y así de impura, así de fresca como era. Así de niña y así también como mujer, fue caminando hacia su cuarto, uno más entre los de la casa, desnuda y feliz por encontrarse renovada aquella mañana clara luego de la tormenta.

Wednesday, February 04, 2009

Y me parte la cabeza hablarte en tanta soledad
Ver las hojas secas a mi alrededor, y solo eso, nomás
Mojar la tierra, el cemento y todo cerca mio
Porque todo esta cerca mio, menos vos

Vagando entre la niñez del colegio y el mundo real
No puedo evitar, esta inescapable soledad
Un trago amargo, de lágrimas saladas y silencio
Que se hace oscuro cuando lo trago dentro de mi cuerpo

No quiero esconder este momento mio, único, de tristeza
Y a la vez no puedo porque no quiero, porque me niego
A dejarte verme, en mi ser imperfecto e inconcluso
A que me veas llorando, tan debil, desafortunada

Me mata la otra vida que podría haber seguido
Me pregunto si sería como este nido vacío
Si se mojara con tantas lágrimas como el mio
No valdría la pena, mejor impedir vivirlo

Soy una voz sorda que se autoflagela
Y en el más profundo llanto interno desvanece
Por mis ojos me deshago del dolor de hoy a la noche
Y seré mañana de nuevo inservible, triste

Corre la última lágrima por mi cara, y eso espero
Pero ahí viene la segunda precipitada, siguiendo
Es un sinfín de manifestaciones ridículas de mi fragilidad
Soy incomprendida, callada, dolorida, sola.

Nadie me ve, soy invisible, ojos marrones se convertirán en ojos grises
Y al tiempo me dirán con buen humor, cuantos logros y alegria he logrado
Y será otro trago amargo
Porque vivi este momento de mierda sin nadie a mi lado.

Monday, February 02, 2009

Ultimo intento

Fui feliz en ese enorme desconcierto que fue dejarnos
Fui feliz mientras me alejaba entre las montañas y el lago
Fueron felices las lágrimas que recordaban esos días con vos
Fuimos felices hasta que todo se vio nublado

Fue la dicotomía de lo eterno y lo tan efímero del encuentro
Son los recuerdos que perduran los que me hacen vernos
Y ante todo jurar que te había soltado, que era un pasado
Jurar que era una historia que me habían contado

Tu tacto, tu cuerpo entero sobre la cama, en mi misma almohada
Las sábanas entrelazadas, el aire helado, la ventana nevada
El camino largo en la noche fría, pero el encuentro mutuo y la cama tibia
Y los besos fuertes y el intenso abrazo de un amor que dura, de este fuerte lazo

Y las caderas y el pecho que te socorrieron ahora lloran
Y tiemblan,
Y se lamentan

Y los dedos que supieron mimarte
Son manos frías y temblorosas
Y la voz tranquila es un grito sordo que llora
Para que me extrañes a mi,
en buenos aires y andorra.

Y volveras a recorrerme y me recordaras
Y tendre la imagen imborrable de la nevada al raz
Tendre tus labios, mi boca en tu cuello y la despedida como si fuera ayer
De un fin interminable, de una historia fuerte, de lo que volvió a ser.