Cómo me escondías entre tu carne hambrienta!
dentro del torbellino riesgoso
que sacudió frías horas de madrugada en llovizna
y nos esbozó como un minuto de caluroso clima

enrrollados inseparables imantados
nos recorrimos uno al otro sin parar
incansables
los besos lentos lentísimos
y el segundero a nuestro ritmo

un viaje un recorrido de devoción religiosa hasta el final
un furor ilicitamente real
con mas que ganas y dolor y abstinencia
fue con infinita correspondencia

es eterno en mi cabeza y en cada uno de mis rincones
como lo será tu mirada en la mia y los destrozos de los abrazos


suaves
húmedos
fuertes
letalmente hermosos